jueves, 18 de agosto de 2011

Volver.



Después de una año caótico, un agotador trabajo de oficina, el auto-empleo o muere y regresar a casa, no quedaba mucho espacio para escribir, crear o creer.
En el espejo me veo la misma, pero en un año deje de fumar, leí a Murakami, creí enamorarme y luego no, maneje hasta Denver casi sin parar por café, me rompieron el corazón y perdí 10 kilos. Sí, en ese orden.
También me dio por correr un maratón. Crisis de los veintes tardíos, supongo.
Entreno casi a diario. Entre eso, encontrar trabajo, mudarme a una nueva casa y corregir tesis incorregibles, mi agenda está más apretada que la ropa de Paquita la del Barrio.
Al final del día, me reconcilio con el mundo con un chorrito de Jazz.
Acá les paso un playlist , por si se les ofrece un día.
Eso y hola.

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